Donna Svelata

El miércoles 5 de abril se estrenó Donna Svelata, de la artista Lucía Calabrino.
La inauguración contó con la participación de la artista Alejandra Feijó.
Una muestra que retrata en esencia, la búsqueda estética que realiza la artista, con cada uno de los interrogantes que la guían en ese camino.

El título de esta exposición va directo a la esencia de la búsqueda estética de la artista visual Lucía Calabrino. No explica, no nos cuenta cómo llega a eso. Pero sí nos habla de ella…
Lucía es esta “mujer desvelada”, des-cubierta, visible y visibilizada.
Toda su obra, desde sus inicios (cuando el color poblaba mucho más sus obras), la transparencia y las veladuras fueron – como lo siguen siendo… – la base de su trabajo pictórico.
Estas transparencias no cubren, al contrario, des-ocultan, muestran lo que siempre estuvo pero no se podía ver.
Su gran curiosidad como artista (en lo técnico y experimental) lo que hace característico de ella, al querer ayudarnos a ver, a encontrar, a recuperar y valorizar.
Puedo afirmar que sus trabajos son autobiográficos. Es la necesitad dejarse ver y la fuerza con lo que lo logra, aquello que se percibe como energía profunda, desbordante, incluso en las obras de pequeño formato.
El peregrinaje por las diversas técnicas: acrílico, pintura asfáltica, cianotipia, intervención textil, etc., da como resultado un universo personal, femenino y simbólico impresionante.
La profusión de detalles al lado del gesto acentuado y la mancha azarosa nos sorprende de una obra a la otra.
Lucía está en la búsqueda de sí misma, y lo demuestra con cada técnica que aborda, tratando de enfrentar sus propios temores.
Si obra nos invita a ser descubierta. Pero para ello requiere tomarse un tiempo para observarla, deteniendo la velocidad del día a día. Nos invita a permanecer en silencio y completamente inmóviles por unos momentos, y así poder disfrutar de los rincones que se hacen visibles de a poco.
Texturas, tonos, formas que se van haciendo traslúcidos. Hilos que en realidad son líneas.
Lucía nos invita a quitar los velos, a ver qué hay detrás.
Nada es casual, existe un camino delante de nosotros que debemos ir transitando.
Esta exposición está pensada para aquel al que le gusta descubrir, para quien establece un lazo con la obra, con sus inquietudes; para el que no necesita que todo esté dicho desde el comienzo, y se aventura a la incertidumbre…